Como rolear

La habitación estaba en penumbra, debido a que los bombillos estaban fundidos. Los cristales se habían esparcido por los suelos y las camas estaban deshechas. Parecía que un huracán se hubiera adentrado por las ventanas y hubiera destrozado todo a su paso. Por suerte, parecía que algunas cosas aún estaban en pie: cómo la figura de madera o el televisor que reposaba sobre la encimera.

Aquello me parecía una estupidez. No había sido necesario armar tal escándalo por lo que había hecho, que en mi opinión, no tenía tanta importancia. Salir aquella noche a escondidas con los amigos había sido lo más emocionante que me había pasado hasta ahora, pero a mi hermana, eso no le parecía razón para dejar de lado a nuestra madre. Que muy a su pesar agonizaba en sus últimas horas de vida. Vale, quizá me pasé un poco, pero no era muy consciente de ello. Ó quizás no quería serlo. Tan solo quería escapar de ese dolor que me aprisionaba el pecho. Escapar y huir, para no volver.

Anduve por la habitación de un lado a otro durante breves segundos mientras meditaba sobre mis actos. Después de darme cuenta de que mis pensamientos no me llevarían a ninguna parte, me senté sobre la cama para sentir el cálido tacto de las sábanas en las que había dormitado mi madre. Aún podía sentir como si estuviera allí mismo. Mirándome a los ojos.

—Lo siento, madre—me disculpé apenado.