Bienvenida a la ciudad [LIBRE][NM]

Alli estaba, golpeando como una tonta las puertas de una estancia, revisando si veia alguna señal de vida. Ya no sabia que mas hacer. Deberia haberme quedado en mi pueblo, deberia haberlo hecho, pero tenia que aceptar ese maldito trabajo en la ciudad. Era una gran oportunidad para mi carrera y para encontrar a Daddy, pero ahora todo se veia de manera distinta. La idea era llegar a la ciudad, alojarme en el hotel que me habia asignado el cuartel hasta que me entregaran la casa que me prometieron. Ser la mejor psicologa forence del estado tenia sus beneficios, podias pedir lo que fuera a cambio de tus servicios, pero en este caso no veia ninguno.
Habia llegado a la ciudad en mi auto alquilado y me resulto extraño no ver movimiento al entrar, pero no preste demasiada atencion, me preocupaba mas encontrar mi lugar de destino, ya que no conocia nada alli.
Fue entonces cuando vi a esta niña tirada en la calle mal herida. Mi conciencia me mataria si no paraba a ayudarla, sería inhumano no hacerlo... sería como Daddy. Al bajar del coche corrí hacia ella preocupada. Llamaba a su madre con voz debil aun, la sujete suavemente y le pregunté su nombre. Se llamaba Heidi. Fue lo único que dijo antes de quedar inconciente.
Inmediatamente la meti en mi coche y trate de encontrar a alguien que me indicara el camino hacia el hospital. Pero no veia nada... habia algo de niebla... o humo, no estaba segura.
Fue entonces cuando la escuche... un sonido gutural horrible, algo atragantado y ahogado pero fuerte. Me giré en dirección a ella y quedé atonita. Me miraba fijamente con ojos de sangre, con una mirada penetrante. Pero mi experiencia con la policia y mi habilidad inhata me ayudaron a percibir que algo no andaba bien... que algo malo pasaria si no llegaba al arma que llevaba en la guantera... la que siempre llevaba y me habia salvado tantas veces trabajando con polis.
En un rapido movimiento la golpee contra su asiento manteniendola alli con mi brazo en su pecho, no creyendo la fuerza que imponia la niña. Saque el arma y la apunte.
- Dime tu nombre... - dije esperando una respuesta racional para comprobar que seguia siendo ella, pero no dijo nada y solo intento morderme. El sonido que escuche despues me tomó por sorpresa... el cristal del parabrisas haciendose pedazos. Un hombre de unos 40 años intentó entrar. Al igual que la niña, el hombre estaba mal herido, tanto que no entendia como podia mantenerse en pie. Mi mente proceso todo aquello rapidamente para llegar a la simple conclusion de que no importaba lo que pasara despues... no moriria alli.
Jalé del gatillo dos veces... ambas veces dieron en el blanco deseado, sus cabezas. No era posible que estuvieran asi de lastimados y siguieran, por lo que intente probar ese ultimo objetivo, y funcionó.
Sali del coche y camine un rato en busca de alguien, pero solo encontre cuerpos muertos en la acera, destruidos, mutilados. Una lagrima recorrio mi rostro por la impotencia de no saber que demonios pasaba. Luego vi un grupo de personas amontonadas cerca de un negocio y las llame con desesperacion... accion de la que me arrepiento fervientemente.
Me siguieron a gran velocidad por mas de 1 kilometro, pero luego logre perderlos. Aun no se como logre correr tan rapido, la adrenalina se habia apoderado de mi. Pense que lo mejor seria recorrer con sigilo.
Fue cuando llegue a esa estancia, y con las esperanzas casi rotas y aun con el arma bien agarrada, seguia llamando para que alguien contestara...